los sentimientos
El otro día vino a mi clase una persona ya de edad, luego de un rato se sentía muy complicada ya que ella no sabía leer bien, que no podía hacer el curso porque no entendía y se enredaba, pero que ella podría conseguir a otra persona que cumpliera con los requisitos.
Le dije que estaba bien, pero que ella también me interesaba. Que ella también podía hacerlo. Todos somos capaces de hacer cosas que parecen imposibles. A lo mejor ella necesitaba primero la alfabetización tradicional, que también existían cursos para ello, pero ella siempre se ocupó de su familia primero y fue relegando esta carencia propia.
Al final, le pedí que se quedara igual y se divirtió mucho. Viendo esto, me di cuenta lo poco que nos queremos algunas veces. Lo poco que nos valoramos. Si nosotros mismos no nos queremos, cómo vamos a querer a los demás?
Cuando nos empezamos a querer, nos estimamos, podemos proponernos cualquier cosa. La gente nos ve de otra manera, somos respetados. Las cosas empiezan a cambiar. Lo que queríamos para nuestros seres queridos también lo queremos para nosotros.
Cómo podemos enseñarles que ellos pueden si nosotros ni siquiera lo intentamos?
Cómo podemos encontrar una persona que nos quiera si nosotros no nos queremos?
Los Sentimientos son una cosa muy fuerte, les dejo aquí un video que habla de ello.
Prepárense, viene un taller que quiero hacer por internet que trata sobre esto. Sobre todo lo que he estado hablando estás últimas semanas. Sobre lo que he hecho toda mi vida.
Si tú has llegado hasta aquí y estás leyendo esto no es una coincidencia. Las coincidencias no existen. Toda la vida nos han dicho que no es así. Todo está conectado. La vida se abre paso, siempre.
Le dije que estaba bien, pero que ella también me interesaba. Que ella también podía hacerlo. Todos somos capaces de hacer cosas que parecen imposibles. A lo mejor ella necesitaba primero la alfabetización tradicional, que también existían cursos para ello, pero ella siempre se ocupó de su familia primero y fue relegando esta carencia propia.
Al final, le pedí que se quedara igual y se divirtió mucho. Viendo esto, me di cuenta lo poco que nos queremos algunas veces. Lo poco que nos valoramos. Si nosotros mismos no nos queremos, cómo vamos a querer a los demás?
Cuando nos empezamos a querer, nos estimamos, podemos proponernos cualquier cosa. La gente nos ve de otra manera, somos respetados. Las cosas empiezan a cambiar. Lo que queríamos para nuestros seres queridos también lo queremos para nosotros.
Cómo podemos enseñarles que ellos pueden si nosotros ni siquiera lo intentamos?
Cómo podemos encontrar una persona que nos quiera si nosotros no nos queremos?
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Prepárense, viene un taller que quiero hacer por internet que trata sobre esto. Sobre todo lo que he estado hablando estás últimas semanas. Sobre lo que he hecho toda mi vida.
Si tú has llegado hasta aquí y estás leyendo esto no es una coincidencia. Las coincidencias no existen. Toda la vida nos han dicho que no es así. Todo está conectado. La vida se abre paso, siempre.
