Estados Alterados (Altered States, 1980)
Llegó al departamento no muy tarde, pero era ya de noche y los niños ya estaban dormidos. Abre la puerta y sin prender la luz, se dirige al bergere del living dejando caer en el suelo la cartera. No se encontraba fatigada, tenía esa migraña que de cuando en vez se le producía, con ese dolor desesperante que iba en aumento.
Todo le daba vueltas, el sonido de la cartera cayendo en la alfombra del living era amplificando como veinte veces, el reloj de la cocina repliqueteaba como las campanas de una iglesia y el tic-tac era como tener un micrófono dentro del mecanismo y escuchar todos los engranajes, retumbando y haciéndose más grande, como un globo llenándose y vaciándose de agua hasta no resistir más. Escucha murmullos, pareciera que vienen de detrás de las paredes, del techo, del suelo. Gente hablado, abriendo y cerrado puertas, ladridos. Pareciera que puede escuchar todo lo que pasa a kilómetros de distancia. Si no fuera porque la luz esta apagada, ese suplicio se multiplicaría por mil.
El teléfono! Ella da un salto. Chilla como una alarma contra incendios! Se tuerce sobre el sillón tratando de tomarlo y pareciera que mientras más se estira para tomarlo, éste se alejara más. Al fin lo toma. Los ruidos cesan. Es su amiga. Hace tres años que no la llamaba.
- Ana? Eres tú? Pensé que te habías ido fuera del país.
Todo le daba vueltas, el sonido de la cartera cayendo en la alfombra del living era amplificando como veinte veces, el reloj de la cocina repliqueteaba como las campanas de una iglesia y el tic-tac era como tener un micrófono dentro del mecanismo y escuchar todos los engranajes, retumbando y haciéndose más grande, como un globo llenándose y vaciándose de agua hasta no resistir más. Escucha murmullos, pareciera que vienen de detrás de las paredes, del techo, del suelo. Gente hablado, abriendo y cerrado puertas, ladridos. Pareciera que puede escuchar todo lo que pasa a kilómetros de distancia. Si no fuera porque la luz esta apagada, ese suplicio se multiplicaría por mil.
El teléfono! Ella da un salto. Chilla como una alarma contra incendios! Se tuerce sobre el sillón tratando de tomarlo y pareciera que mientras más se estira para tomarlo, éste se alejara más. Al fin lo toma. Los ruidos cesan. Es su amiga. Hace tres años que no la llamaba.
- Ana? Eres tú? Pensé que te habías ido fuera del país.
- Por qué? No, no me he ido.
- Sabes desde cuando que no me llamas? No he sabido nada de ti en años.
- Es que he estado ocupada, disculpa, tengo muchas cosas que hacer todos los días y no me queda mucho tiempo libre…
- Y quien tiene tiempo libre! yo me levanto todos los días a las seis de mañana, llevo a los niños al colegio, luego voy al trabajo, llego al departamento, preparo las cosas para el otro día y si tengo tiempo leo un libro en la cama, hace tiempo que no leo uno… pero una llamada, una llamada cualquiera la puede hacer.
- Qué te pasa? Parece que te llamé en mal momento, ahora te estoy llamando.
- Perdona, es que tengo estas jaquecas insoportables, esas que me daban cuando leía el Tarot, por eso lo dejé… Te acuerdas? Recién vengo de una reunión de apoderados… pensándolo ahora, siempre de da este dolor de cabeza después de estas reuniones…
- Si… oye, te llamaba porque a mi hermano le regalaron unas entradas en su trabajo y éste no quiere ir.
- Un Circo? Pero esta no es temporada de circos. Son todos iguales. Y tú sabes como odio los lugares muy concurridos, trato de evitarlos…
- Este es muy bueno, viene de uno de estos países de Europa que dependían de la Unión Soviética… estos que terminaban en tonia o ania. Vamos entonces?
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Ella esta sentada en primera fila junto a su amiga Ana. Ve todo el espectáculo como en trance. Los personajes desfilan en la arena del circo como en cámara lenta, pero esto no le parece extraño, es más, lo disfruta. No tiene el dolor de cabeza que esperaría tener. Voltea y ve a su amiga reír y divertirse por el espectáculo, el circo esta lleno, las gradas están repletas de gente, pero ella no oye nada. Todo está en silencio. Alguien la observa, detrás de la cortina principal.
El presentador hace un ademán para presentar a alguien y todos los artistas de la pista se retiran, las luces bajan y aparece una mujer, anciana ya, un poco encorvada, con una pañoleta negra con flecos en la cabeza, en la frente tiene una marca color violeta con tres líneas doradas horizontales, caminando con un bastón en una mano y en la otra llevando un manojo de naipes hacia el centro de la pista. Los focos convergen en la anciana, pero luego empiezan a señalar al público en movimientos circulares. Se detienen en Ana por un instante, pero luego es ella la que acapara todas las luces.
(continuará?... )
SERCON©2006