Comunicación

Existe desde que el hombre existe, incluso antes del hombre, es la transmisión, el traspaso de información, así como el mensaje que se encuentra en el ADN como un modelo de experiencia vicaria.

Pero esta información en el camino puede tener dificultades para llegar al receptor, ruidos, detalles que pueden modificarla completamente: información sesgada, mucho ruido distrae al receptor, filtros, las cualidades del receptor también influyen en las capacidad de recibir el mensaje.

Muchas veces decimos y hacemos cosas que nos parecen cotidianas o comunes, inherentes a nuestra forma de ser, pero de algún modo son entendidas de otra manera por nuestro entorno, y más encima no nos damos cuenta, no existe feed-back, retroalimentación, no recibimos un mensaje de vuelta.

Esto se va acumulando como una bola de nieve, la comunicación se detiene, no fluye, como podemos saber si el mensaje fue comprendido correctamente. Es cierto que la interpretación es totalmente subjetiva, todos entendemos las cosas de distinta manera.

Es cierto que si evaluamos nuestra forma de ser y nos medimos en nuestra forma de decir las cosas, nos autolimitados y quizás tampoco nuestro mensaje sea recibido, pero intentémoslo, tratemos que nuestro mensaje llegue sabiendo de antemano que tendrá un abanico de interpretaciones.

Lo importante será en este caso, saber cual es la respuesta del receptor. Si no nos enteramos, o no hacemos algo para recibir la respuesta, nunca sabremos si nuestro mensaje llegó, y si fue bien o mal recibido.

Tratemos lo contrario de lo que dice Mcluhan, que nuestro medio no sea el mensaje, que llegue, que no se traicione por el soporte donde lo estamos emitiendo.